jueves, noviembre 29, 2007

A pesar del virus...

Enfermo como estoy estos días, ese maldito virus que corre por ahí, desaprensivo y jodido..., he intentado leer un poco más de lo normal, cosa que al final no ha resultado demasiado exitosa. Pero bueno, algunos relatos de la recopilación Horror 6 de Martínez Roca han caído. De entre ellos han sobresalido dos: el baúl, de King... y no por su calidad, si no porque resulta que es aquél en el que se basa uno de los capítulos de la fantástica Creepshow, cosa que me ha hecho rebuscar en las estanterías para volver a disfrutar con esa película deliránte. El siguiente se trata de un relato de corte cláscico, con evidentes reminiscencias de Lovecraft y sobre todo, según mi punto de vista de Algernon Blackwood: de Las criaturas del lago, de Bob Leman.
Se trata de un relato pausado, con ese estilo de narración depurado de quien sabe que trae entre manos una historia, repito, de corte clásico, que necesita de un tempo y de una metodología muy precicos. Quizá el terror se muestre elusivo, que no inexistente, pero la calidad del relato hace que esa falta se vea compensada con creces por el goce de la lectura, por el mero hecho de estar leyendo una buena historia, bien contada.
Así que, desde mi infección vírica, dos recomendaciones: Creepshow (sin palabras, se basta y sobra ella misma - abstenerse los que sientan sarpullidos con lo ochentero o no tengan sentido del humor) y ese relato de Leman.

martes, noviembre 27, 2007

Artículo en Scifiworld - el viejo mito del vampiro, renovado

Como cada semana les invito a leer mi artículo en le magazine Sciworld. Esta vez me cemntro en Cronos, la película de Guillermo del Toro, una film donde nos encontramos con un vampirismo muy personal, sencillo e imaginativo.
Ver artículo.

viernes, noviembre 23, 2007

El género literario del montón

Como introducción a mi propia entrada, me permito citar parte de una entrada en el blog de David Mateo, La sombra de Grumm. Lean:

"Hubo un autor que pasó el año anterior por el taller de literatura fantástica que llevo a cabo en Moncofa y le dijo a los niños que escribir terror era un ejercicio sencillo, que puede hacerlo cualquiera y que él no se metía en esos andurriales porque le parecía un género literario del montón. Hoy pienso: coño, que suerte tienen algunos. [...]"

Lo cierto es que a tipos como a ése les propondría el reto de demostrar sus palabras con hechos. Dentro de esos arranques de supuesta lucidez intelectual hay un derroche de desprecio inconsecuente, de desconocimiento, de orgullo mal enfocado. A este señor le respondería que escribir un relato, un texto perteneciente al género del terror, no es diferente de escribir cualquier otra cosa, o se hace bien o se hace mal.
Y es que ya estamos con ese maldito miedo a los géneros, algo que, no sé si estos torpes se darán cuenta cuando abren la boca, es lo mismo que despreciar a la propia literatura. Que nos encontramos demasiados ejemplos de mala literatura, es cierto; que el autor de género puede caer en al tentación de disimular sus falencias estilísticas, sus pocas aptitudes literarias con una serie de trucos sencillos, torpones y efectivos, también es cierto. Pero no menos real es que sucede los mismo en cualquier tipo de literatura,y no escucho a nadie que eleve la voz poniendo a parir a Cervantes, a Torrente Ballester, a Luis Cernuda, a un Marías, a tantos.... por el mero hecho de que diez mil petimetres de la palabra emborronen el haber de la prosa seria con esas nefastas obras que inundan los anaqueles de las librerías. No hagamos entonces lo mismo con un tipo de creación tan válida como cualquier otra. Al César lo que es del César. Si es bueno, entonces hay que reconocerlo, lo mismo con el esfuerzo que haya hecho ese autor.

Claro que, después de haber intentado poner en su sitio a estos pseudo intelectuales de la literatura, los aficionados, los propios creadores de terror también debemos ejercer una seria auto crítica. Hay demasiado ombliguismo, demasiada falta de agallas para poner en sus sitio el material que es basura, para exponer con claridad y rotundidad los defectos que adolecen buena parte de las obras de terror que se escriben en la actualidad: falta de imaginación, nefasto estilo, errores de bulto en la gramática y la composición, repetición de argumentos...

Pero no soñemos, no pensemos que si todos los creadores de género terrorífico fueran una plumas aquilatadas y de calidad las cosas iban a cambiar. La inercia del mundo editorial es demasiado fuerte, la prevención ante el que es considerado el género más menospreciado
seguiría ahí.

Entonces, ustedes podrían preguntar ¿qué solución hay? Y yo les respondería con una sonoro no lo sé; que lo único que podemos seguir haciendo los que escribimos es escribir, hacerlo mejor cada vez. Y que los que leen, sigan leyendo, que lo hagan con seriedad, con responsabilidad: sin amiguismos ni ramalazos, permitan el palabro, fandomitas y endogámicos. Lo bueno es bueno, y de lo malo hay que huir como de la peste.

Y sigan leyendo, den oportunidades a los creadores de terror, porque, al fin y al cabo, lo de menos es el género; es la literatura lo que importa, lo importante es disfrutar de esos maravillosos objetos llamados libros.

miércoles, noviembre 21, 2007

Artículo semanal en SciFiWorld

Esta vez un pequeño panfleto en el que hablo de algunos mecanismos usados en la literatura y el cine para inducir terror.

Ver artículo

Revista Cthulhu

No sé si alguno de mis lectores vivirá en Málaga o en sus alrededores. Si es así, podrá acudir a la presentación de la nueva andadura de la Revista Cthulhu.

Se trata de una revista que centra su contenido de forma preferente en la narración gráfica, sin desdeñar los relatos. A ese respecto me siento orgulloso de que me hayan escogido para aparecer en este número tres, con sabor a número inicial, con uno de mis relatos: El atajo.

Y fuera autopromoción; digamos la verdad, el material que he podido ver es de primera calidad, y si el resultado esta en relación al entusiasmo que los creadores han aplicado en su tarea, entonces podremos disfrutar de una revista espléndida.

Recuerden:

Revista Cthulhu en su nueva temporada en ediciones Diábolo
Sábado 24 de noviembre a las 19:00
LIBRERÍA EN PORTADA CÓMICS (Plaza Mitjana,1. Málaga)

Su blog

En la editorial

martes, noviembre 20, 2007

Cita con Lovecraft

Paladeo con fruición una vieja gloria. De vez en cuando echo mano del ajado ejemplar de Los mitos de Cthulhu, de Alianza editorial, lo abro al azar y me leo alguno de sus relatos. En un arranque de sibaritismo, suelo asociarlo a un buen cigarro, un buen vaso de licor y una pieza musical adecuada a la oportunidad.

Es un libro con historia, de esos que tiene una carga emocional a su espalda. Y es que quizá haya sido con esta obra con la que asomé la cabeza a la literatura de terror de calidad, ya no sólo como mero lector, sino como ejecutante, como creador.

Es peculiar; cuando leemos biografías, prólogos, reseñas… nos encontramos que buena parte de los actuales creadores de terror se han visto influenciados de una forma evidente en sus inicios por Lovecraft y sus ‘acólitos’. A la postre es una influencia que luego se diluye, que se queda como un poso de profundidad, de esos que sólo se revuelven muy de vez en cuando.

Digamos que Lovecraft es un fantástico iniciador. Y al César lo que es del César, se podrá poner en duda su estilo, hasta si nos ponemos muy académicos, su calidad literaria, incluso su definición como escritor de terror, cuando quiza —dicen algunos—habría de ser considerado un creador de fantasía y ciencia ficción; pero lo que jamás se le podrá negar al misántropo de Providence es la extraordinaria influencia que ha tenido, tiene y tendrá en las generaciones de creadores posteriores a él.

Lovecraft tiene ese don de la oportunidad que sólo unos pocos elegidos poseen.

Lovecraft tiene un espectro de edades muy concreto en donde, sea la casualidad, sea el destino, sea la curiosidad, su influencia y fascinación se hacen patentes y definitorias (a un lado y a otro, admiración u odio). Es algo similar a lo que sucede con escritores del tipo de Herman Hesse, Tagore… Durante unos años están ahí, imborrables, adorados; para luego irse diluyendo. Incluso aparece un estadio en el cual quiere surgir un germen de reniego, de negación, de desapego: uno encuentra cosas nuevas, acomoda su gusto… pero a la postre el reconocimiento, el agradecimiento se mantiene.

Gracias, viejo loco, gracias artista de lo sobrecargado, de lo barroco, de lo numinoso, horrible y reptante.

Y gracias a la Editorial Alianza. Si no hubiera sido por ella, muchos de nosotros, aquellos que ya pasamos la treintena, no hubiéramos tenido la oportunidad de encontrarnos frente a frente al Maestro. Una labor que han tomado con renovado interés nuevas editoriales, aunque para muchos de nosotros, aquí en España, Lovecraft seguirá teniendo ese olor a libro de bolsillo desgualdramillado de tantas lecturas alocadas.

Recomendable es, además de la lectura de sus relatos, y de los escritores de su círculo, la de la biografía de Sprague Le Camp que Valdemar ha reeditado en bolsillo.

Si estás leyendo esto, no has conocido a Lovecraft, y te interesa, mi recomendación es que vayas a una librería cualquiera, compres Los Mitos de Cthulhu, una colección de relatos del autor de buena parte de su círculo de admiradores, seguidores y acólitos; cojas libres un par de noches y te encierres en un cuarto oscuro, con la luz de la lámpara bien suave, a leer, a dejarte atrapar, a soñar y a pasar algo de miedo.

Por cierto, y esto es un añadido posterior que corro a poner entusiasmado...

Valdemar publica el segundo volumen de las obras completas de Lovecraft, casi mil paginitas con todo lo que faltaba para completar su obra propia de ficción completa.... jugoso, jugoso.

viernes, noviembre 16, 2007

Básicos del terror. ¡Te pillé!, de Ray Bradbury.

Todos conocemos Bradbury por su obra de fantasía y ciencia ficción. Pero también hizo sus pinitos dentro del campo del terror con el buen hacer que le caracteriza.
¡Te pille! puede ser calificado como un divertimento menor, sin embargo es uno de los mejores relatos de terror que haya leído. Breve, de lenguaje sencillo, directo, certero: un relato que apunta los miedos más arraigados de una forma sutil pero efectiva.
¿Qué puede hacer que una relación perfecta se tambalee? ¿Un inocente juego del escondite? ¿tu compañera, su sonrisa? Sí eso basta, sobra si se sabe manejar, si se apela al fondo oscuro que se oculta hasta en lo más sencillo e inocente.
Fue en le Hispacón de Sevilla donde surgió la pregunta de qué derroteros podía tomar el actual terror para no encasillares y evolucionar.
Siempre he creído que parte de la respuesta está en lo cotidiano, en saber enlazar el terror a los gestos, a las rutinas, a los objetos y actitudes corrientes: la lluvia, un teléfono, un ordenador, una habitación, una prenda de ropa... cualquier cosa que ya tengamos catalogada en nuestro ser racional como inocente e inofensiva, y a la que podamos, como autores, arrebatar esa condición de inocencia de forma despiadada.
Léanlo, yo lo he encontrado en la recopilación Horror 6 de Martínez Roca, col. gran súper terror.

jueves, noviembre 15, 2007

El virus 'innsmouth' se propaga

Hola, lectores.
Sí, es cierto, hay gente que ha considerado que estos desbarres que amablemente han ido siguiendo en la breve vida de mi blog, me hacen merecedor de ir un poco más allá.
Gracias a David Mateo (Tobías Grumm) a partir de hoy colaboraré de forma periódica con alguna columna, artículo o similar en la revista digital 'SCIFIWORDL'.
Espero no defraudar esta confianza.
El primero de, espero, esta larga lista de dislates está dedicado a la película Los abandonados, de Nacho Cerdá [ver].
Bueno, espero que disfruten.

Les aseguro que la revista es buena, muy buena... y no precisamente porque escriba yo en ella.

lunes, noviembre 12, 2007

Noche cerrada, de Emilio Bueso

Decir que Emilio Bueso es un enfant terrible es una exageración. Decir que tiene muy claro qué es lo que quiere escribir y cómo quiere escribirlo, esa sí es la verdad.

Hay un tipo de literatura de terror actual que se ve influenciada por la narrativa cinematográfica: el peso de la narración lo llevan los diálogos, los personajes son simples, definidos por unos pocos rasgos esenciales y aquello que mejor lo define es su propio comportamiento. Bueso, en Noche Cerrada exprime este modelo al máximo.

Nos encontramos ante una novela de terror de lectura acelerada, de esas que nacen con la intención de no dejar respirar al lector en ningún momento, de asustarlo sin remedio, de enfrentarlo al terror siempre que es posible. Y en casi todos sus capítulos lo consigue.

Tuve la suerte de estar en la presentación de este libro en la Hipacón de Sevilla, y pude escuchar cómo el autor tuvo sus más y sus menos debido a la temática subyacente (el origen del mal, del terror es una fosa común de la Guerra Civil Española). Creo que cualquier crítica a ese aspecto es gratuita. No hay falta de respeto, no hay hipocresía, no hay gratuidad. Se trata de una cuestión de fondo argumental como cualquier otra. Hay algo llamado libertad de reación, y meintras em respeto y la verdad estén ahí, de ecabecera, no nos debemos escandalizar de nada.

El libro es, en términos generales, bueno. Promete lo que da, un buen rato de entretenimiento y terror.

Tiene algunos defectos que espero el autor vaya puliendo conforme gane experiencia. El mayor, quizá, ha sido el final apresurado, muy apresurado, la inclusión en el de un personaje importante en un estadio demasiado tardía de la narración, lo que le quita fuerza, una fuerza que realmente debería poseer, y que debería haber venido apareciendo a lo largo del desarrollo anterior de la trama. Quizá, Emilio, también debiera reconsiderar algunos diálogos en los que los personajes, cual profesores de universidad ofrecen lecciones magistrales de historia y biología. Es lo malo de usar la primera persona y el diálogo como ejes narrativos: hay elementos que necesariamente no casa bien con esa forma de narrar, pero que el autor se ve obligado a hacer aparecer por la completitud del argumento.

Pero no se confundan. Es un libro a tener en cuenta, endiabladamente mejor que algunos de los mamotretos extranjeros que últimamente nos vemos obligados a tragar queramos o no.

La web del libro: Noche cerrada

miércoles, noviembre 07, 2007

Monstruos

Uno de los puntos fundamentales de mi presencia fugaz en la Hispacón de este año, fue la participación en la mesa redonda ‘las tres caras del terror: el monstruo, el asesino y la víctima’.
La discusión, aparte de otros muchos ramales, terminó con una pregunta muy interesante: ¿De alguna forma, es posible revitalizar el fenómeno del monstruo en el terror actual?

Una de las ideas que aparecieron, fue la de que el monstruo, como lo pensamos, como lo enmarcamos, según el molde de nuestras lecturas y visionados de películas, se ha marchitado. Un vampiro, un hombre lobo, un Frankenstein… están, en cierto modo, demasiado quemados. Revisitarlos viene a ser más bien una reelaboración en la que lo que variamos es más el entorno y ciertas condiciones de contexto, en las que, hacemos un doble tirabuzón con carpa y marcha atrás… que a la postre viene a ser un simple salto sobre lo mismo con un lavado de cara.

Sombrío futuro se le presentaba al monstruo, sobre todo, tal y como dijimos, teniendo que luchar contra la figura protagonista del terror en los últimos tiempos: el asesino, asesino en cualquiera de sus múltiples variedades, asesino como, quizá, personificación de el desquiciamiento moral de la sociedad, de la irrupción de lo aleatorio como referente del terror (aleatorio como paralelo de lo que vivimos, cualquiera, en los tiempos que corren, puede ser víctima, sin más, sin explicación racional).

Sombrío digo.

Y sin quererlo, mis últimas lecturas, creaciones, películas, vienen a demostrarme que, en cierto modo, estábamos equivocados. Al monstruo le queda mucha vida además de la del pobre y manido Zombi.

Lectura: el libro de Emilio Bueso, Noche cerrada, donde se revisita la figura del fantasma sin que este personaje nos suene acartonado, falso y acabado. También la revisión de The Ring, el libro, que, lo mismo que dijimos en la mesa redonda, me confirma que a veces el terror, el miedo, se apagan por una simple cuestión social de costumbre; y que un giro, un sesgo en la presentación, una imagen plasmada con los ojos de otra cultura, aunque de fondo posea la misma esencia —un fantasma made in japan— puede asustarnos mucho más que su homónimo occidental sólo por al diferente forma de verlo que ellos, dicha cultura, posee y nos transmite.

Película: y es el origen de esta entrada:
Los Abandonados, de Nacho Cerdá, donde la presencia de un monstruo muy olvidado en la creación contemporánea, muy usado en la época romántica, devuelve a una simple historia de aparecidos, de casas encantadas, una fuerza y una capacidad de asustar como hacía mucho que no veía: el doble.

ES de agradecer que de vez en cuando se nos recuerde algún elemento a medio olbçvidar de nuestro acervo mítico

Gran film. Sobrecogedora en su simplicidad, aterradora aún cuando (supongo que el director lo pone ahí a conciencia, a drede) sea en algunos momentos previsible, y creo que su fuerza reside a veces en esa previsibilidad, sugerente técnica para crear la ansiedad necesaria proemio al miedo, al escalofrío.

Escritura: el próximo relato que aparecerá en una revista (ya les diré algo concreto en su momento) escrito por mí… una revisión que hacía años que deseaba hacer sobre el mito del ‘coco’.

No, el monstruo no está muerto, está esperando que encontremos su paradigma moderno… ¿el zombi? Podrían decir algunos. No creo, apenas posee ya fuerza,y la poca que le resta viene dada por los efectos que le rodean, por el rizo en el argumento, no por el ser en sí.

Conclusión… el monstruo no ha muerto. Siempre formará parte de nuestra herencia psicológica e inconsciente. Siempre será un mecanismo para dar miedo, para crear angustia, como símbolo de lo diferente, de la maldad subyacente, del mal inconsciente… de la fealdad moral trasplantada a lo físico. El monstruo revivirá en otras formas.

Recomendación: Los abandonados, de Nacho Cerdá…. Demostración de que el cine de terror patrio está muy vivo.

Agradecimiento… a David Jasso por machacarme la cabeza para ir a Sevilla, por su ofrecimiento de participación en la mesa redonda, por soportarme…

martes, noviembre 06, 2007

En la Hispacón... un resumen

A pesar de las dificultades, al final, gracias a unos buenos amigos que nos llevaron, logramos ir para Sevilla mi mujer y yo.

Todo comenzó con la presentación del libro Desde el taller: una recopilación de relatos escritos por los compañeros del taller de escritura Taller_7_CCF. Alfredo Álamo, Inma y yo mismo mostramos a todos quisieron vernos el buen resultado que se obtiene con una fórmula de trabajo, seria y eficaz. Por fin pude ver el libro, palparlo... una sensación única.
Es una lástima que no se distribuya en España, pero animo a mis lectores argentinos a hacerse con un ejemplar. Recuerden Ediciones Desde la Gente: 'Desde el taller'. Y recuerden a la gente de ese taller, daremos que hablar


(Como colofón, Sergio Gaut vel Hartman, alma mater del taller, ganó el Ignotus en la categoría de mejor ensayo... enhorabuena: merecido, muy merecido)

Posteriormente, a la carrera, llegue al segundo de los actos: la mesa redonda junto a David Jasso, Alfredo Álamo, de nuevo e Ismael Martínez. 'Las tres culturas del terror: el monstruo, el asesino y la víctima'. La verdad es que sólo diré que fue una experiencia única, y sobre la que ahora no me extenderé, puesto que los temas que allí se trataron, son susceptibles de dar material para nuevas y enjundiosas entradas.

Luego, junto a la presentación del libro del taller, aquello que me obligó a ir a Sevilla:
La presentación oficial del proyecto NOCTE, La Asociación Española de Escritores de Terror.
Sí, al fin, parece que el proyecto se lanzó al ruedo. De nuevo junto a David, Alfredo, Ismael, Emilio Bueso, Juan Díaz Olmedo y algunos amigos más (aunque faltara Santi Eximeno) , pudimos gritarle al mundo, a la afición, a los frikis, aficionados, editoriales y humanidad en pleno, que vamos a abrir camino, que vamos a intentar sacar de su pozo a la literatura de terror... en posteriores entradas de este blog les iré informando.

(Ismael, yo mismo, Alfredo, David, Emilio y Juan)

Por último y no por ello menos interesante, acudí a la presentación del libro de Emilio Bueso, Noche cerrada. Del que pronto espero poder darles cumplida noticia y crítica. Aunque a primera vista es más que recomendable el arriesgarse a comprarlo y leerlo.

Una jornada inolvidable a pesar de la velocidad con la que todo transcurrió. Una jornada en la que puse cara a muchos amigos, conocí a nuevos y me sumergí un poco más en este peculiar universo, me inflé a Manzanilla, pescaito y samorejo.

Antes de despedir esta entrada, agradecer a mis amigos Ana y Raúl el habernos llevado a Sevilla en una buena paliza de conducción, su compañía alegre y su amistad.

Y sobre todo un beso a mi pequeña gran mujercita, paciente, comprensiva... siempre ahí al lado. ¿Qué haría sin su confianza y apoyo?

Qué tierno....