lunes, marzo 24, 2014

En la Plaza de Santa Marta

"Esta placita, incrustada en el centro de Zaragoza, casi al lado de La Seo, es visita obligada para los amantes de la gastronomía efímera: de la tapa, el montadito, la ración, el chato de vino y la caña de cerveza al albur de una reunión de amigos. Era domingo, un soleado domingo de finales de febrero. Las terrazas estaban atestadas; olía a queso, a frituras, a pan tostado y jamón recién cortado, a vermú casero y alegría, la alegría que proporcionaba un tercer grado provisional en la prisión del inclemente invierno zaragozano. "
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Nuevo desbarre en "Zaragoza Turbia". Esta vez en uno de esos lugares que si venís algún día a Zaragoza y sois amantes del buen tapeo, no debéis dejar de visitar. Esta vez lo turbio cabalga en esos objetos tan comunes que son nuestros teléfonos móviles

jueves, marzo 20, 2014

Primeros pasos en Zaragoza Turbia

No le tengo apego al autobombo desmedido. No me gusta estar día sí y día también machacando al personal con mis cosas, tratando de vender una imagen, de alcanzar una meta como si de un objetivo comercial se tratase. Sin embargo voy a salirme un poquito de la senda trazada. En la última entrada comenté que había dado inicio a un nuevo proyecto creativo: "Zaragoza Turbia". Pues ahí va, sigue adelante, mejor de lo que yo pensaba. las ideas parece que fluyen o surgen. Y es algo bueno, eso creo, porque estaba estancado, parado, seco. Quizá todo se limitaba a uno de esos periódicos tramos de desencanto, a ver que la senda trazada no poseía -no posee objetivo- y no ser capaz de admitirlo y vivir con ello...

Para los que os apetezca y tengáis tiempo que malgastar con mis desbarres, estos son los primeros pasos de Zaragoza Turbia

La dama de Macanaz
O cómo el Ebro a veces muestra cosas que nadie creería que existen

La corte de los espejos 
Las casas de Zaragoza ocultan peculiares propiedades. En una de ellas, los espejos juegan a ser lo que no son

La casa fantasma de la calle Cerdán
¿Puede haber edificios fantasma? En Zaragoza parece que hay tradición


Os seguiré informando


jueves, marzo 13, 2014

Nace "Zaragoza Turbia"



A veces, cuando recorro la ciudad —Zaragoza—  junto a mi  mujer y mis dos perras, me veo atraído por detalles variopintos, por composiciones peregrinas, por situaciones , gentes, lugares y hechos que estimulan de repente mi imaginación y dan pie a que a la percepción se adhiera un repentino ardor creativo. El artista hace eso: toma lo cotidiano y le superpone una interpretación, una visión que complementa la realidad de lo percibido, la retuerce y la recompone; en mi caso suele inclinarse hacia lo oscuro y perturbador. Esos flashes de creatividad suelen desvanecerse casi de inmediato, igual que vienen se esfuman, dejándonos un malestar, muy común en los escritores, que hurga en las neuronas a medio plazo, una suerte de Pepito Grillo que nos susurra: mira qué original fue, lo bien que lo trazaste, la naturalidad con la que surgió…, ahora tu memoria de pez no es capaz de recordarlo, de atraparlo, de recrearlo; tu inspiración está tan atrofiada como tus sinapsis… torpe pedazo de alcornoque.

Cuando sucede eso, siempre, siempre me digo «coge una de tus libretas, llévala siempre contigo. Lo imaginado es ligero y lo arrastra el viento; lo que se escribe pervive y puede ser revisado y usado» Y en casa hay muchas libretas y cuadernos en blanco.

Zaragoza Turbia” es un blog de notas. Ya sé que el formato es algo obsoleto, pero es algo que me resulta indiferente, no busco lo que ahora tanto se lleva y se impone: esa inmediatez  limitada en el tiempo y en el espacio, alimento rápido y de fácil digestión. No. El blog, este blog va más allá, es muy personal aunque esté abierto al público, es una excusa que me voy a imponer para obligarme a llevar conmigo ese bloc físico, libreta de apuntes real, en la que anotar puntualmente mis ideas peregrinas y no tan peregrinas. El blog es una imposición para sacarme de un cierto estado de abulia creativa en el que me encuentro A ver si mi natural inclinación a la pereza no me vence y logro generar una rutina de creación  ara retomar una senda que he perdido.

Zaragoza es un buen lienzo, tan bueno como cualquier otro. Esconde secretos que solo los artistas conocen, secretos turbios en los que la realidad, lo cotidiano se calzan con lo misterioso, lo inquietante, lo prohibido o lo sangriento. “Zaragoza Turbia” quiere llegar a ser ese lienzo, pero emborronado, manchado, ultrajado por el alma de este escritor de cuarta fila.

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